Benidorm: sol, diversión y paisajes que se quedan contigo
Benidorm es un rincón español del mediterráneo que mezcla tradición y modernidad entre playas, rascacielos y parques temáticos.
Si estás buscando un lugar donde el buen clima, el mar y la diversión estén garantizados casi todo el año, déjame recomendarte Benidorm. Es uno de esos destinos del Mediterráneo que no decepciona. Incluso cuando otras ciudades bajan el ritmo fuera del verano, Benidorm sigue llena de vida: sus hoteles y apartamentos siguen abiertos, su paseo marítimo se mantiene animado y los visitantes no dejan de llegar. De hecho, mantiene una ocupación hotelera del 85% incluso en temporada baja.
Muchos de los que visitan Benidorm son británicos, pero también es muy popular entre españoles, irlandeses, belgas, alemanes y neerlandeses. Si te das una vuelta por el Rincón de Loix, entenderás por qué lo llaman la “pequeña Inglaterra”: pubs, fish & chips, y ese ambiente internacional que mezcla culturas sin perder el encanto local.
Una de las cosas que más me sorprendió es cómo Benidorm ha sabido adaptarse al paso del tiempo: mantiene abierta casi toda su oferta hotelera durante el otoño e invierno, y al mismo tiempo impulsa un turismo más sostenible y accesible. No solo piensan en atraer turistas, sino en cómo hacerlo de manera más responsable y que beneficie también a quienes viven allí todo el año.
¿Qué no puedes dejar de ver?
El Balcón del Mediterráneo:
Si solo pudieras visitar un lugar en Benidorm, sería este. Sin duda, es mi favorito. El mirador se alza justo donde estuvo una fortaleza defensiva del siglo XIV y regala una de las vistas más bonitas del Mediterráneo. Con sus barandas blancas y azul turquesa, es perfecto para tomar fotos y respirar hondo. Desde allí podrás observas las playas más famosas de Benidorm.
Las playas de Levante y Poniente:
Ambas son protagonistas del paisaje de Benidorm, pero cada una tiene su personalidad. La playa del
Levante es la más animada, música, bares junto al paseo marítimo y una energía que invita a disfrutar del mar sin parar. Ideal para quienes buscan ambiente, deportes acuáticos o simplemente ver y dejarse ver. La playa del
Poniente, en cambio, es más sosegada y amplia; perfecta para quienes prefieren largas caminatas al atardecer, leer un libro bajo una sombrilla o simplemente desconectar escuchando las olas.

El Casco Antiguo:
Pequeño, pero encantador. Callejones, tiendas locales y una iglesia que domina el paisaje desde una colina: la de San Jaime y Santa Ana. Aquí todavía se respira el aire del antiguo pueblo pesquero que dio origen a Benidorm.
La Nueva York del Mediterraneo:
Su perfil urbano de rascacielos frente al mar la hace única en Europa. Desde casi cualquier punto se alzan torres que combinan turismo, vivienda y modernidad. Es una ciudad que crece hacia arriba, mirando al futuro sin perder de vista el Mediterráneo.

El Intempo Building:
No te sorprendas si ves un rascacielos con forma de dos torres unidas por un diamante. Es el Intempo, uno de los edificios más llamativos del skyline de Benidorm, y una señal de cómo la ciudad mira al futuro sin dejar de mirar al mar.
El Mirador de la Cruz:
Desde lo alto de la Sierra Helada, este lugar ofrece una vista espectacular de toda la ciudad. Es perfecto si te gusta caminar un poco y llegar a lugares con recompensa visual.
Isla de Benidorm:
A solo unos minutos en barco desde el puerto, esta pequeña isla frente a la costa es ideal para quienes buscan una excursión diferente. Puedes hacer snorkel, observar aves o simplemente disfrutar de la tranquilidad y las vistas panorámicas de la ciudad desde el mar. Algunos la conocen como la Isla de los Periodistas, y hay muchas leyendas locales en torno a ella.
Parques temáticos para todos los gustos:
Benidorm también es diversión asegurada para familias, parejas o grupos de amigos. Los más importantes son:
Terra Mítica:
Te lleva directo a las civilizaciones antiguas del Mediterráneo: montañas rusas, espectáculos y decorados que te hacen sentir en otra época. Es mi favorito en Benidorm.
Aqualandia:
Uno de los parques acuáticos más grandes de Europa. Si hace calor, es el mejor sitio para pasar el día entre toboganes y piscinas.
Mundomar:
Este fue el parque que menos me gustó y el que realmente no recomiendo. Delfines, aves y leones marinos sobreviven en espacios que podrían ser más grandes, con el debido enriquecimiento ambiental de sus acuarios o exhibiciones. Como Biólogo, siento que tiene muchas oportunidades de mejora y sentí que perdí el dinero de mi entrada.
Terra Natura y Aqua Natura:
Una combinación de zoológico y parque acuático, con actividades educativas y espacios diseñados para todas las edades.
Cómo llegar
Llegar a Benidorm es fácil. El aeropuerto más cercano es el de Alicante-Elche, a unos 45 minutos. Desde allí puedes tomar un autobús, alquilar un coche o contratar un traslado. Desde Madrid puedes viajar directamente en Autobus, o trasladarte en tren de alta velocidad hasta Alicante y de allí un autobús de aproximadamente 45-60 minutos.
Benidorm es mucho más que sol y playa. Es una ciudad que ha sabido reinventarse, mantener su esencia y abrirse al mundo. Es moderna y accesible. Si todavía no la conoces, te animo a visitarla. Estoy seguro de que también te quedarás con ganas de volver.


